Si es que lo que quería era poco más que tener algo que él quisiera. Que cuando él fuera en metro se le quitaran ya las ganas de empujar a la vía a la gente que no le dejaba pasar. Que no se repitiera otro jueves como aquél en que un señor con un corte sangrante en la mejilla le pidiera tabaco y le dijera, ‘es que estoy muy mal, macho’, mientras Carlitos era arrollado por un coche. Que se acabaran los lunes en que su cuerpo se lo tomaba todo muy en serio y le fundía a media clase. Que no se le acartonaran los mofletes de sonreír.
Su mamá le enseño a absorber las cosas, y eso a la gente le gustaba.
viernes, mayo 25, 2007
Emladny
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